miércoles, 27 de enero de 2016

PROCESO CREATIVO




En la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de un grave crimen. El verdadero culpable era una persona de gran influencia que había urdido una trama para apartar de sí toda sospecha.

El hombre acusado fue llevado a juicio y pronto comprendió que iba a ser muy complicado escapar de la horca.

El juez, que también estaba implicado en el complot, intentando cuidar todas las apariencias y para evitar una revuelta de aquellas personas que admiraban al acusado, propuso al acusado:

“Conociendo tu fama de hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios y que sea Él quien decida. Mañana a primera hora, tendré escritos en dos papeles separados las palabras “culpable” e “inocente”, los doblaré y pondré dentro de esta bolsita y tú escogerás uno, y será la Divina Providencia la que decida tu destino”.

El juez iba a preparar dos papeles con la misma palabra: “culpable”, de forma que el resultado siempre fuera el mismo.

El hombre se pasó todo la noche pensando en aquello que había propuesto el juez sabiendo que iba a ser una trampa.  Después de haber pensado y sin llegar a una solución, aparto todo el aquel asunto de su mente, se concentró en escuchar a los sonidos de la noche que llegaban a su celda. La solución apareció súbitamente.

Cuando el juez obligó a la victima a escoger uno de los papeles, el hombre tomó uno de los papeles, se lo metió en la boca y se lo trago rápidamente.

-Pero, ¿Qué has hecho?- reprochó el juez bastante enfadado.

-Lo único es leer el papel que queda y podremos saber que decía el papel que me trague –respondió el hombre.

Las tres fases del proceso creativo son:

1ª Concentración intensa y sostenida sobre algo relevante para nosotros

2ª Aparente olvido y tranquilidad

3ª El momento luminoso o epifanía.

Trabaja duro aunque, a veces, te parezca que no vas a llegar a ninguna solución. Después, descansa, date un paseo o escucha música permitiendo a tu cuerpo que se relaje. Cuando menos lo imagines, de la nada, aparecerá la solución.
La clave: Estira, Relaja y Confía.

domingo, 10 de enero de 2016

RESIGNACIÓN Y ACEPTACIÓN






- ¿Qué tiempo hará hoy, mama?

- El tiempo que a mí me gusta, hija.

- ¿Cómo sabes que hará el tiempo que a ti te gusta?

- Habiendo descubierto que no puedes escoger las circunstancias que ocurren a nuestro alrededor, si que puedes controlar la actitud que adoptas hacia ellas. Por eso yo elijo ver las cosas de forma maravillosa y estoy segura de que tendremos el tiempo que a mí me gusta.

Si nosotros empezamos a cambiar por dentro, también tendrán lugar cambios a nuestro alrededor.

La diferencia entre resignación y aceptación es que en la primera,  hay algo que no me gusta y creo que no puedo hacer nada para superarlo. En la aceptación, hay algo que no me gusta, lo asumo y creo que puedo hacer algo para cambiarlo.

Para reinventarnos debemos adiestrar nuestro foco más en lo positivo que en lo negativo.

¿Cómo podemos comenzar a adiestrar nuestra atención y fijarnos más en lo positivo?
Por ejemplo, empezando a utilizar palabras más positivas o haciendo interpretaciones de la vida que nos generen mayor confianza y entusiasmo.

La joven estaba sorprendida de que su mamá estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las dificultades que tenía en la vida. Un día, le preguntó:

- Mama, ¿Cómo es que siempre se te ve tan satisfecha y contenta?

- Hija, cada mañana al despertar me hago la siguiente pregunta: ¿Qué escojo hoy? ¿Alegría o tristeza? Y siempre escojo alegría.

 

viernes, 1 de enero de 2016

SERVIR Y DAR: VERDADERA FELICIDAD



1965, USA, una noche sobre las 23:30, una mujer afroamericana de edad avanzada estaba parada en el arcén de una autopista de Alabama tratando de afrontar una fuerte tormenta porque su automóvil se había averiado y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran.

Empapada, decidió parar como fuera al próximo coche.

Un joven, blanco, se detuvo para ayudarla, a pesar de todos los conflictos raciales que habían ocurrido durante los sesenta en EEUU. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la puso en un taxi.

La mujer parecía bastante apurada. Anotó la dirección del joven, le agradeció el favor y se fue.

Una semana más tarde el servicio de correos llamaba a la puerta del joven para entregarle un televisor pantalla gigante de color con una nota que decía:

“Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa, sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido, agonizante, justo antes de que muriera.

Dios le bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

Sinceramente, Maria Cole, señora de Nat King Cole”

Durante todo el año la gente busca la felicidad en el tener y en que los demás nos sirvan, pero tiene que llegar un momento como la Navidad para recordarnos que la verdadera felicidad sólo se encuentra en el servir y el dar.