martes, 22 de agosto de 2017

VENCER AL AUTOSABOTEADOR




Luisa llevaba más o menos un año enfermando de forma continuada y no terminaba de recuperarse. Una amiga le recomendó que acudiera a un médico que conocía.
- Cuéntame – dijo el doctor.
- Me encuentro fatal. Llevo bastante tiempo enlazando enfermedades.
- Muy bien, te voy a hacer 4 preguntas y antes de responderme, me gustaría que las pensarás y reflexionarás sobre ellas– comentó el médico.
- 1ª ¿Cuándo dejaste de bailar?
2ª ¿Cuándo dejaste de cantar?
3ª ¿Cuándo dejaste de sentirte fascinada por las historias?
Y 4ª ¿Cuándo dejaste de sentirte cómoda en el dulce territorio del silencio?
Pienso que tendríamos que cuestionarnos estas preguntas más a menudo. Todas las personas vivimos con un saboteador, posiblemente, desde que tenemos uso de razón que es muy poco comprensivo y muy crítico.
En un experimento bastante inquietante, unos investigadores pidieron a un grupo de personas que se quedaran a solas con sus pensamientos durante 15 minutos. 
Al acabar los 15 minutos, les dieron dos opciones volverse a quedar otros 15 minutos a solas con sus propios pensamientos o recibir una descarga eléctrica. Lo más impactante fue que el 67% de los hombres y el 25% de las mujeres eligieron la administración de las descargas eléctricas. Muchas personas prefieren una descarga eléctrica a estar en el “dulce territorio del silencio”.
¿Quién es tu saboteador? 
Es un personaje en el que metimos todas nuestras vergüenzas, miedos, inseguridades y ansiedades. Con él tiempo se ha ido más fuerte y ha tomado el mando. Tiene un objetivo, quiere protegerte del dolor y sufrimiento. 
¿Cómo lo consigue?
Haciendo que te quedes en tu zona de confort para que no sufras daño alguno.
¿Qué podemos hacer?
Cuando oigas la voz del saboteador que te dice “no puedes”, “no saldrá bien”, responde “tranquilo, yo me ocupo de esto, puedo ir aprendiendo, he podido con muchas cosas en mi vida”.
La clave es tomar el mando y responsabilidad de nuestra vida. Empezando a ser más conscientes de nuestro dialogo interno.

martes, 8 de agosto de 2017

STOP PREOCUPACIONES




-¿Qué te pasa? Llevas dando vueltas toda la noche. Son las 5 de la mañana-comentó la esposa
-Quedé en devolver al vecino los 952 euros que me prestó la semana pasado mañana y me es imposible.
La mujer se levanto, se puso una bata, salió al rellano, llamó a casa del vecino y un par de minutos más tarde este abrió su puerta.
-¿Sí? ¿Qué pasa?
-Sólo quiero que sepas que no vas a cobrar mañana tus 952 euros porque mi marido no los tiene.
La mujer regreso a casa y le dijo a su esposo:
-Duérmete. Ahora el que está preocupado es el vecino.
 Cuando somos capaces de observar las cosas con una perspectiva más amplia, descubrimos que no hay nada exterior que pueda desequilibrarnos si no hay algo interior que lo favorezca.
Para poder tener una perspectiva más amplia la clave no es buscar respuestas a las viejas preguntas. La clave es hacernos las preguntas que no nos hemos hecho antes.