- ¿Qué tiempo hará hoy, mama?
- El tiempo que a mí me gusta, hija.
- ¿Cómo sabes que hará el tiempo que a
ti te gusta?
- Habiendo descubierto que no puedes
escoger las circunstancias que ocurren a nuestro alrededor, si que puedes
controlar la actitud que adoptas hacia ellas. Por eso yo elijo ver las cosas de
forma maravillosa y estoy segura de que tendremos el tiempo que a mí me gusta.
Si nosotros empezamos a cambiar por dentro, también tendrán
lugar cambios a nuestro alrededor.
La diferencia entre resignación y aceptación es que en la
primera, hay algo que no me gusta y creo
que no puedo hacer nada para superarlo. En la aceptación, hay algo que no me
gusta, lo asumo y creo que puedo hacer algo para cambiarlo.
Para reinventarnos debemos adiestrar nuestro foco más en lo
positivo que en lo negativo.
¿Cómo podemos comenzar a adiestrar nuestra atención y
fijarnos más en lo positivo?
Por ejemplo, empezando a utilizar palabras más
positivas o haciendo interpretaciones de la vida que nos generen mayor
confianza y entusiasmo.
La joven estaba
sorprendida de que su mamá estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las
dificultades que tenía en la vida. Un día, le preguntó:
- Mama, ¿Cómo es que siempre se te ve
tan satisfecha y contenta?
- Hija, cada mañana al despertar me
hago la siguiente pregunta: ¿Qué escojo hoy? ¿Alegría o tristeza? Y siempre
escojo alegría.
Hola amigo Francisco, gran lección en pocas palabras, gracias por compartirlo. saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Carlos!!!
ResponderEliminarEs una cosa bien cierta, y además comprobado personalmente, aunque no todos los días un@ se levanta con esa positividad.¿Resignarse?,tal y como estan las circunstancias, no queda otra, porque de otra manera nos va a dar lo mismo. Lo que hay que hacer a pesar de las circunstancias, es seguir luchando, por lo menos tenemos salud y amor y felicidad que no se paga con dinero.
ResponderEliminarMuchas Gracias Paco!! Bonita reflexión .. Yo también escojo alegría 😊
ResponderEliminar