Ayer acompañé a una amiga a comprar al quiosco. Al llegar,
mi amiga saludó al quiosquero. Éste respondió de forma grosera y le lanzó el
periódico de mala manera.
Mi amiga, no obstante,
sonrió y deseó a aquel hombre que tuviera un buen día.
Al marcharnos, yo
estaba algo perplejo y pregunté a mi amiga.
-
¿Ese hombre siempre te habla así?
-
Sí…desgraciadamente.
-
Y tú. ¿siempre te muestras con él tan
amable?
-
Sí
-
¿Por qué eres tan amable con él
cuando es tan antipático contigo?
-
Es sencillo. Porque yo decido como me
he de comportar. Yo no quiero que sea él quien decida cómo me de comportar.
Cuando nos movemos en la vida en modo acción-reacción
dedicamos mucho tiempo y energía a encontrar oportunidades para sentirnos
ofendidos.
Te propongo que desde hoy practiques ser una persona que se
niega a sentirse ofendida por nada. Cuando algo te ofenda, regálate ignorarlo
porque cuando te niegas a sentirte ofendido estás diciendo “Controlo cómo me
siento y elijo sentirme en paz pase lo que pase”.
San Blas una vez más con el Dardo en la palabra. Mi hijo adolescente ha visto el cielo abierto. Más claro agua. Feliz San José
ResponderEliminarSan Blas una vez más con el Dardo en la palabra. Mi hijo adolescente ha visto el cielo abierto. Más claro agua. Feliz San José
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