martes, 4 de abril de 2017

DELEGAR EN LA PERSONA IDÓNEA






En el siglo XVI, un arquitecto terminó los planos de la nueva iglesia y decidió enviar a su hijo de siete años para que se los entregara al cardenal.
El cardenal, muy satisfecho con el trabajo del arquitecto, puso ante el niño una caja repleta de monedas de oro.
-        Toma todas las monedas que puedas, niño.
-      No debería hacer esa tarea. Pienso que sería mejor que usted tome las que pueda y se las dé a mi padre.
-        ¿Piensas que no eres capaz?
  Si que soy capaz, pero creo que usted es más capaz porque tiene las manos más grandes.

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