sábado, 20 de diciembre de 2014

VER Y NO TENER UNA VISIÓN


 
                                       La Mirada, Guadalajara


En una ocasión, un periodista le hizo una pregunta a Hellen Keller que se había quedado ciega, muda y sorda a los dieciséis meses de edad y a pesar de ello, había sido la primera mujer en la historia que se había graduado con honores por la Universidad de Harvard:
-Stra. Keller, ¿Hay algo peor en la vida que ser ciego?
-Sí, es peor poder ver y no tener una visión, porque como vemos el futuro, determina cómo vivimos el presente.
Para desarrollar nuestra visión necesitamos convicción. Creer en nuestras ideas, en nuestras capacidades, en nosotros mismo. Hay que cambiar el viejo adagio “ver para creer” por “creer para ver”
El verdadero potencial de una persona se pone en marcha cuando esa persona tiene la visión de descubrir el mejor lugar al que dirigirse, en vez de cuando se le dice hacia donde tiene que ir.
Durante la ceremonia de inauguración de DisneyWorld, cinco años después de la muerte de Walt Disney, un periodista se acerco a Roy Disney, hermano de Walt, quien por aquel entonces se encontraba al frente de la corporación y le dijo:”Debe ser un momento muy difícil para usted; un gran día de alegría pero también de inmensa tristeza al ver que Walt nunca pudo ver culminado este parque, que era uno de sus grandes sueños”. Roy se volvió al reportero y le dijo: “joven, está usted totalmente equivocado. Walt vio culminado este sitio. Y fue precisamente gracias a que lo vio culminado mucho antes de que se comenzara a construir, hoy, usted y yo lo estamos viendo”.
Cuando Walt Disney encontraba un posible inversor que financiara la construcción de su parque de diversiones, solía llevar a la persona al sitio que él había escogido para construirlo en las afueras de Los Ángeles, California, y desde una colina cercana los invitaba a compartir dicha visión.
“La entrada al parque quedará  a aquel lado, ahí comenzará la calle central que termina en el hermoso castillo, ¿lo puede ver?” Así lo describía Walt Disney, mientras algunos de los potenciales inversionistas trataban de imaginar lo que Disney veía allí en medio de todo aquel terreno baldío.
¿Tenemos una imagen clara de lo que deseamos alcanzar? ¿Están tus acciones estén guiadas por esa visión?
 

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