Un joven que se sentía
con baja autoestima fue a buscar al sabio y le comentó: “Me siento fatal, tengo
baja autoestima”. El sabio contestó: “No puedo ayudarte porque tengo un gran
problema, pero si me ayudas, después yo te voy a ayudar a ti”. “Me parece bien…otra
persona que me rechaza… ¿qué necesitas?”, dijo el joven. El sabio le dijo:
“Quiero que vayas al mercado y vendas este anillo por una moneda de oro, no
aceptes menos”
El joven fue al mercado
y consultó a unos cien vendedores y nadie le llegó a ofrecer una moneda de oro.
Volvió con el sabio y le dijo: “No lo he podido vender, todos me daban una o
dos monedas de plata, me decían que era muy caro”.
El sabio le indicó:”Ahora, quiero que vayas al joyero, y te ofrezca lo que te ofrezca no le vas a vender el anillo”
El joven fue a ver al
joyero con el anillo, este lo examinó y
le hizo una oferta: “Te doy 57 monedas”. El muchacho respondió con sorpresa:
“¿57 monedas de oro?”. El joyero respondió: “Si vienes mañana te puedo dar 72
monedas de oro y si me das unos días puedo llegar a 100 monedas de oro”.
El joven tomó el
anillo, volvió donde estaba el sabio y le espetó lo sucedido con el joyero.
El sabio le replicó: “¿Qué
haces yendo al mercado, pretendiendo que la gente te diga cuanto vales, en vez
de ir al experto que sabe?”
Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo fue
contratado en Boston para hacer tres funciones. Las entradas costaban entre 150
y 200 dólares. Esos tres días el teatro
se lleno y mucha gente se quedo fuera. The Washington Post le propuso hacer un
experimento. Le pusieron una camiseta, botas de vaquero y una gorra. Cogió un
Stradivarius valorado en 3,5 millones de dólares y tocó en el metro de Washington.
En 43 minutos pasaron 1070 personas y le pusieron en la cajita 32 dólares. Sólo
se detuvieron 7 personas. A ese mismo violinista cuyas entradas ascendían hasta
200 dólares la gente no lo valoró.
Nuestra autoestima nunca puede venir del exterior. El problema de
la baja autoestima es que vamos al mercado o al metro para que la gente nos diga lo
que valemos.
La mayoría de las veces basamos nuestras opiniones sobre
nosotros mismos en lo que nos dicen los demás.
Nuestra meta no debería basarse en ser aceptados sino alcanzar nuestros
sueños.
excelente historias, gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMuchas gracias Zaira
ResponderEliminarExcelente, he compartido en http://consultapautasdecrianza.blogspot.com/p/consultas.html, así mismo te invito a aportar tus comentarios en mi blog y a compartirlo con tus amistades, como he hecho con el tuyo. Muchos éxitos!
ResponderEliminarGracias por las reflexiones que nos compartes son muy instructivas... un abrazo
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